¡Llegué a los 34!
Llegué ligera y sonriente.
Llegué libre.
Llegué feliz.
Ojalá pudieran estar dentro de mi y experimentarlo.
¡Es liberador!
Este año perdoné y me perdoné.
Aposté a mi y a mis ganas de experimentarlo todo.
Estuve en lugares impensables y me arriesgué como nunca.
Me puse a prueba y me gradué con honores.
Aprendí a vivir intensamente, sin miedos y sin culpas.
Aprendí que no hay error. Todo es neutro. Todo es perfecto.
Aprendí que somos espejo.
Aprendí a desaprender.
Elegí el camino de la libertad y la coherencia.
Elegí hacerlo sola.
Me elegí y así me quiero siempre: en primer lugar, libre e indomable.
Hoy, ¡me aplaudo!
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