15.11.18

20 días

0

Con los años me he hecho más franca, más sensata, más atrevida.   
Solía adaptarme con facilidad a los cambios, ahora decido si vale la pena adaptarse o tomar otro rumbo. 
Los últimos tres años me cambiaron: emigré, perdí a dos de los hombres más importantes de mi vida, aprendí a persistir, a resistir y sobre todo a valorar el presente. 
Me creí capaz de sobrellevar cada una de esas situaciones, pero inevitablemente colapsé. Tuve que buscar ayuda.
Han pasado 20 días, una serie de terapias, muchas conversaciones y ¡vaya que ha cambiado el panorama!
He aprendido a ocuparme en lugar de preocuparme, he aprendido a priorizar, he perdido el temor a ser juzgada. 
He vuelto a sonreír. ¡He vuelto a escribir!

¿Por qué me hace tan feliz volver a escribir?
Porque escribo para drenar, para revivir, para sobrevivir. 
Escribo para superar tristezas, escribo como forma de agradecimiento. 
Escribo para soñar, escribo para sonreír, escribo para SER. 
Escribo sobre mi, escribo para otros y escribo para mi. 

0 Acá puedes dejarme tus comentarios:

Publicar un comentario