Reencuentros inesperados y sonrisas por doquier.
Reencuentros maravillosos y dosis diarias de felicidad.
Reencuentros necesarios. Reencuentros que se agradecen.
Entornos donde la alegría pesa más, donde los planes le roban terreno a las angustias.
Así han sido los últimos días.
Una vez más, agradezco, sonrío y escribo.
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